New York día 5: Empire State y Top of the rock

Nueva York día 5: Edifico Chrysler, Grand Central Terminal, Empire State, Bryan Park y Top of the Rock.

7 de diciembre 2017 

El día anterior teníamos previsto hacer estas visitas, pero como el tiempo no nos acompañó,  decidimos trasladarlo al día de hoy y ver con el cielo despejado los rascacielos más famosos de Nueva York como el Empire State y Top of the rock. El día prometía …

Nuestra primera parada del día fue la Grand Central Terminal. La mejor combinación que vimos para llegar hasta ella fue coger el metro desde Grand St (desde nuestro hotel en Chinatown) hasta la estación 42st Chrysler. Tardamos alrededor de 10 minutos. Existía otra opción para llegar con el metro hasta la misma Estación Central, pero teníamos que hacer varios transbordos y el recorrido aproximado era de una hora. Así que escogimos la opción corta y caminamos un poco por la ciudad hasta llegar a la Grand Central Terminal. 

 

Nuestro recorrido el quinto día en New York    

Nada más salir de la estación de metro lo primero que vimos a lo lejos fue el espectacular edificio Chrysler. Nos quedamos un rato con la cabeza inclinada hacia arriba apreciando el edificio más famoso de la televisión. 

 

Edificio Chrysler 

El edificio Chrysler (319m) tiene un estilo Art Decó. Durante sus primeros 11 meses de vida fue el rascacielos más alto del mundo y posteriormente fue eclipsado por el famoso Empire State. Actualmente es el sexto edificio más alto de Nueva York. Seguro que a Walter Percy Chrysler no le hizo nada de gracia que “su pequeño” dejara de ser el rascacielos más alto, porque lo mandó a construir para demostrar el gran poder de su compañía de automóviles. La pena de este edificio es que no se puede visitar su interior, solo es posible acceder hasta la recepción. Como no queríamos perder el tiempo, lo vimos por fuera y seguimos dirección a la Estación central. 

 

Grand Central Terminal

Ahí estaba, la teníamos de frente, esa espectacular fachada que tantas veces habíamos visto en películas. No solo los rascacielos nos quitaban el hipo, también lo hacían edificios pequeños como este. La fachada esta perfectamente diseñada y en su parte más alta culminan detalles como un reloj de Tiffany, el dios Mercurio, Hércules y Minerva.

Nos acercamos un poco más y vimos el lugar donde se había grabado una parte de la película de Soy leyenda, entre otras. Después de curiosear un poco y pensar como habían grabado esa escena de la película, fuimos hasta el interior de la estación.

Como aún no habíamos desayunado nada, fuimos hasta una de las zonas de restauración para poder desayunar algo.

Había muchísimo trasiego de gente en el vestíbulo, pero fue alucinante. Esos grandes ventanales, el techo (con agujeros para que la luz se filtre imitando a estrellas) y el diseño es sí del vestíbulo es brutal. Uno de los balcones de la estación está ocupado por una tienda de Apple, así que puedes comprarte un móvil admirando la bonita vista. La Estación Central de Nueva York se encuentra en pleno Midtwon y es la estación con el mayor número de andenes del mundo.

Otro sitio curioso y que no debes perderte es la Galería de los susurros, en la planta baja. Si cada uno se pone en una esquina y susurra a la pared, lo escucharás como si lo tuvieras al lado.

Después de pasar bastante tiempo en la estación, nos fuimos caminado a otro de los atractivos del día, el Empire State.

 

Empire State

Horario: 8:00 – 02:00 horas 

Dirección: 350 5th Ave. Entre las calles 33 y 34 ¡Ojo! la entrada está sobre la 5th.

Precio: 34$ (28,50€)

Reserva tu entrada aquí

El último ascensor sube a la 01:15am. Los días festivos tienen horarios diferentes. 

Llegamos y sin apenas hacer cola entramos con nuestra New York Pass al interior del edificio.

Pasamos el control de seguridad donde nos dijeron que no podíamos pasar con el trípode, así que se lo dejamos a la chica y nos dio un resguardo para recogerlo al final de nuestra visita.

Tras pasar el control de seguridad accedimos a los ascensores para subir al los miradores. 

El Empire State es el tercer edifico más alto de Nueva York. Se construyó en 410 días, un tiempo récord para lo que se suele tardar en construir un edificio de estas características. Tiene 102 plantas y mide 318 metros de altura. 

El ascensor nos dejó en la planta 82 y tuvimos que hacer otra pequeña cola para subir hasta la planta 102 (este mirador si no tienes  New York Pass o City Pass se cobra un extra de 20$) . Las vistas desde la última planta son muy bonitas. Lo único de este mirador es que está rodeado de cristales antiguos, con lo que si quieres sacar fotos las mejores panorámicas se obtienen desde el piso 82. Desde los dos miradores se puede disfrutar de una vista 360ª de la ciudad.

Hacía tantísimo frío que era insoportable estar fuera. El aire estaba congelado y por muy abrigados que íbamos, el frío nos llegaba hasta los huesos. Las manos las teníamos congeladas! Doblar los dedos para darle al disparador fue toda una odisea. Por un momento pensé que nos moríamos de hipotermia, pero las vistas merecen muchísimo la pena.

El cielo estaba despejado y el sol iluminaba con fuerza. Intentábamos descifrar donde se encontraban ubicados los edificios más emblemáticos de Nueva York, tardamos un rato en localizar algunos de los famosos. Sin duda es una de las visitas imprescindible en Nueva York. Se podía estar tranquilamente en la zona. Había mucho movimiento de gente pero no fue molesto.

Los días 14 de febrero, día de San Valentín, escogen a 14 parejas para casarse en lo más alto del rascacielos.
¿Qué bonito verdad?

Después de disfrutar bastante tiempo del Empire y de sus vistas, nuestros estómagos decidieron que era la hora de comer. 

Para comer teníamos apuntado ir a Katz’s para probar los mejores bocadillos de pastrami del mundo, pero mucha gente nos habló maravillas de las hamburguesas del Shake Shack, así que decimos dejar los bocadillos para otro momento y buscar el Shake Shack más cercano. Nos atendieron super rápido y estaba todo riquísimo, sobre todo las papas con queso. Ñammm.

Eran las 15:00h y aún quedaba rato para anochece, así que nos fuimos hasta el Top of The Rock. Habíamos leído que no hacía falta ir el día anterior para coger hora porque con la New York Pass entrabas rápido, pero no fue así. Llegamos sobre las 16:00 horas y teníamos pensando subir de día, esperar para ver el atardecer y luego verlo de noche. Pero nos dijeron que la hora más próxima era a las 19:00 horas y no había cola rápida para acceder con la New York Pass. Nos quedamos un poco decepcionados porque una de las visitas mega top de Nueva York, es ver el Top of The Rock de día.  

Si tienes la new York pass es preferible que el día antes saques tus entradas y si no la tienes, comprarla online para asegurarte la hora y no te pase lo mismo que a nosotros. 

Estuvimos haciendo tiempo en Bryan Park hasta que se nos hizo la hora de subir al Top of The Rock.

 

Bryan Park

Aunque esta pista de patinaje es la menos conocida (la que está en el Rockeffeler Center es la que tiene más protagonismo) es muy bonita y muy céntrica. Se conoce como”The Pond” y es la única pista de patinaje gratis en Nueva York. Como es gratuita, el alquiler de los patines es un poco más elevado que en otras pistas de patinaje. 

Nosotros no teníamos muy claro si patinar o no. Dani no controla mucho y yo que controlo algo más, estaba congelada. La ventaja de esta pista es que si no quieres patinar, puedes recorrerte el mercadillo que se encuentra alrededor o sentarte a observar como la gente está a punto de romperse algo. También hay gente que es nivel super pro del patinaje y parece que están en las olimpiadas. Vamos!, que si te quedas sentado puedes ver un verdadero espectáculo.

Ya se nos hacía la hora para ir a uno de los mejores miradores de Nueva York. Habíamos visto miles de fotos, nos habían contado maravillas de este sitio y estábamos emocionados por poderlo vivir. 

 

Top of the rock

Horario: 8:00 – 24:00 horas

Dirección: 30 Rockefeller Plaza

Precio: 39$ (28,32€)

El último ascensor sube sobre la 23:00 horas

Reserva tu entrada aquí

The Top of the Rock Observation Deck es el nombre que tiene el mirador del complejo del Rockefeller Center y a nuestro parecer es el mejor mirador de Nueva York.

Como tuvimos problemas con los horarios de las entradas y en esta época del año oscurece a las 16:30pm, la noche estaba muy oscura. 

Subimos hasta la planta 69 que es donde se encuentra el primer mirador. Si ya hacía frío en la ciudad, en esa altura era algo insoportable. Este mirador está rodeado de cristaleras y tiene unas escaleras para subir al otro mirador que está en la planta 70.

Desde lo alto se puede ver el Empire State y Central Park. Las vistas con los edificios iluminados desde aquí, son espectaculares, te dejan completamente sin palabras.

Después de pasar un rato en lo alto admirado la vista de la ciudad de Manhattan y sin sentirnos los dedos de las manos, dimos por finalizada nuestra visita. Nos quedamos con tantas ganas de ver las vistas por el día, que decidimos volver en los próximos días.

Estábamos bastante cansados, así que cenamos por la zona y nos recogimos temprano para descansar. El próximo día nos esperaba uno de los lugares más deseados de nuestro viaje, el distrito de Brooklyn y Dyker  Heights.

Hasta aquí nuestro día quinto día en New York, visitando lugares emblemáticos como el Empire State y Top of The Rock. Esperamos que les haya servido como guía para un futuro viaje.

 

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