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Indonesia día 3: Ver el amanecer en Borobudur y templo Mendut

Indonesia día 3: Ver el amanecer en Borobudur, templo Mendut y traslado a Semarang

12 de septiembre 2017

Eran las 3:30 de la mañana y nuestro chófer ya nos estaba esperando en la puerta. Con la cara hinchada de dormir, nos subimos al coche donde nos esperaba 1 hora de trayecto para ver el amanecer en Borobudur.

Ver el Amanecer en Borobudur

Borobudur

Puedes visitar Borobudur después del amanecer donde la entrada te saldrá más económica  o visitarlo al amanecer desde el Mehara Hotel. La entrada es mucho más cara, pero disfrutar de como se va poniendo el sol desde el templo, es algo mágico. A parte, a esa hora los grupos organizados aún no han llegado y a medida que se va yendo la gente después del amanecer, tienes varios momentos de soledad.

Nuestro conductor nos dejó en la taquilla del Mehara hotel para comprar las entradas, por las que pagamos 450.000 rupias por personas (30€ aproximadamente) . El carnet de estudiante no vale en la opción del Sunrise.

Si no te interesa la opción Sunrise, el precio de la entrada normal es de 325.000 rupias por persona. Si tienes carnet de estudiante el precio de la entrada es de 195.000 rupias por persona. También existe otra opción de ticket conjunto Prambanam + Borobudur (entrada normal) por 520.000 rupias por persona . Si tienes carnet de estudiante el precio se queda en 325.000 rupias por persona.

Accedemos al recinto y nos dan dos linternas para iluminar el camino.

Siguiendo la cola de gente y sin apreciar el templo en todo su esplendor, empezamos a subir las escaleras hasta llegar a la zona más alta, desde donde vimos el amanecer.

Fuimos buscando un buen sitio, pero estaba abarrotado de gente ¿íbamos a encontrar un buen sitio? Tras unos minutos donde no sabíamos donde apoyar nuestros culetes hermosos, dimos con el lugar adecuado. No estábamos solos, pero no había nadie que entorpeciera nuestras vistas. ¿El amanecer nos iba a gustar o se quedaría como un amanecer cualquiera?

De manera muy puntual comenzaron a aparecer los primeros rayos de sol. La niebla se fue disipando y fue cediendo el protagonismo a los alrededores del templo. Los campos de arroz y las palmeras se empezaron a teñir de color naranja. Poco a poco la oscuridad fue dando paso a la claridad de la mañana. Estábamos disfrutando como niños chicos. No solo estábamos perplejos con el paisaje, sino también con el templo. Estábamos en el templo budista más grande del mundo y que afortunados éramos.

A medida que iba amaneciendo, nuestros ojos fueron poniendo forma a las estructuras de Borobudur.

Ver el amanecer en Borobudur

Amanecer en Borobudur

Con el sonido de los pájaros como banda sonora, disfrutamos del amanecer durante una hora y nos pusimos en marcha para conocer más partes del templo. Nos recorrimos sus terrazas y su punto más alto, el que dicen ser el nirvana o la iluminación. Lo hicimos como dicen que se debe hacer, empezando en la puerta principal del este y en sentido de las agujas del reloj.  

Ver el amanecer en Borobudur

En el punto más alto del templo

Visto desde el aire Borobudur parece un mandala tántrico de tres dimensiones. Una pena que no pudimos volar el dron aquí (había  un cartel en la entrada que prohibía el vuelo).

Ver el amanecer en Borobudur

Terraza de la parte alta de Borobudur

Borobudur es un gran superviviente. Superó ataques terroristas, erupciones del volcán Merapi y un terremoto en el año 2006. Es increíble ver el estado de conservación, jamás hubiéramos pensado que este templo pasó por todo eso, aunque la Unesco tuvo algo que ver.

Ver el amanecer en Borobudur

Disfrutando de momentos de soledad en Borobudur

Borobudur fue construido entre 750 y 850 d.C. Tras el declive del budismo fue abandonado poco después de que acabara su construcción y durante siglos pasó a ser solo un fugaz recuerdo. ¿Cómo algo tan bonito pudo quedar en el olvido tantos siglos? Tras ser reencontrado y con muchos trabajos de restauración financiados por la Unesco, lo declararon Patrimonio Mundial en 1991.

Ver el amanecer en Borobudur

Terraza de la parte baja del templo

Cuando salimos del templo y entregamos nuestras linternas, nos dieron dos pareos de color rosa con las letras de Borobudur en blanco. Que detallito!

La entrada para ver el amanecer en Borobudur incluía el desayuno en el hotel Mahanara Resort. Fuimos sobre las 8:30h y nos dieron 2 bollitos. También podías elegir entre café o té.

Ver el amanecer en Borobudur

Restaurante Mahanara resort

Se nos hicieron las 9:00h y fuimos al parking a buscar a nuestro conductor. El parking estaba dividido en varias zonas con unos mercadillo enormes . No encontrábamos a Andy! Buscamos, buscamos y nada. Nos habían dicho que éste era el único parking, pero… ¿Dónde estaba Andy?. Hablamos con los de seguridad del parking y empezaron a llamar a Andy por megafonía, pero no aparecía. ¿Paco Lobatón has visto a Andy? Después de casi una hora esperando y pensando que nuestro conductor se había ido sin nosotros, a Dani volvió a preguntar al hombre de seguridad del parking y resulta ser, que el sunrise tiene su parking en el Mehanara hotel. Muy amablemente nos subieron en sus motos y tardamos 5 minutos en llegar hasta el parking donde estaba Andy. Habíamos tardado tanto que se echó una siesta y todo. El pobre, él estaba allí clavado con un reloj y nosotros pensando que se había ido. No te quites la pegatina que te ponen en la camiseta, porque es para identificar que eres del sunrise. A nosotros se nos cayó y posiblemente los trabajadores se confundieron pensando que teníamos la entrada normal y que nuestro coche estaba en el parking general.

Nos pusimos en marcha a nuestra siguiente visita, el templo y monasterio de Mendut. Quedaba bastante cerca de Borobudur (3,5km) con lo que llegamos bastante rápido. El horario era de 8:00 a 16:00h así que íbamos perfectos de tiempo. Tras pagar 6.000 rupias por la entrada y 5.000 rupias por el parking, accedimos al recinto. Si vas a visitar Candi Pawon la entrada al templo Mendut está incluida.

Nada más llegar una señora se pegó a nosotros para que le compráramos unos pareos. Vaya ganas le puso la señora. Creo que nos dijo que le compráramos un pareo más de 1000 veces en 5 minutos. Lo decía más rápido que Christian Gálvez , el de pasapalabra, que ya es decir. No queríamos un pareo! Finalmente usamos una estrategia muy medida para desmarcarnos de la señora. 

Desde fuera, nada más verlo nos pareció poquita cosa. Si, era bonito, pero después de ver Borobudur nada le podía hacer sombra. Cuanto más nos íbamos acercando al templo Mendut, más nos iba cautivando. Las zonas ajardinadas de los alrededores, los puestos de comida y textil fuera del templo, el perfecto estado en el que se encontraba y que estábamos completamente solos, nos acabó cautivando. Lo mejor fue encontrar el secreto que escondía en su interior. Sin apenas esperarlo, porque no nos habíamos informado nada sobre este templo, entramos y nos topamos de frente con una figura de Buda de 3 metros de altura rodeada por bodhisattvas (seres embarcados en la búsqueda de la iluminación en beneficio de todos), Lokesvera a la izquierda y Vairapana a la derecha. Estas estatuas son invocadoras durante la noche, cuando entra la última luz de la tarde a la cámara. Los guardias solo dejan entrar a los turistas a esta hora si van acompañados por un guía local “Jaker” ( grupos de guías locales que nacieron en la zona y hablan inglés).

Buda y bodhisattvas del templo Mendut

Pirámide del templo Mendut

Al salir del templo y antes de subirnos a nuestro coche, vimos de casualidad este monasterio llamado Vihara Mendut. Hay gente que se aloja en este monasterio para meditar y suelen hacerlo varios días. Nada más entrar sientes ese ambiente zen, lleno de serenidad y armonía, que junto al contexto idílico donde se encuentra forman la simbiosis espiritual perfecta. Estuvimos un buen rato investigándolo y la verdad que merece la pena visitarlo dada la cercanía con el templo.

Monasterio de Mendut

Monasterio de Mendut

Con este templo acabamos nuestras visitas del día y regresamos de nuevo de Yogyakarta. Este día nos desplazábamos a Semarang para coger un vuelo hasta Borneo.

Llegamos a Yogyakarta antes de la hora de comer, así que lo primero que hicimos fue ir al restaurante Yam Yam, donde habíamos comido el día anterior y nos habíamos quedado contentos.

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Amanecer en Borobudur

Restaurante Yam Yam

 

¿Cómo ir desde Yogyakarta hasta Semarang?

En la calle próxima a nuestro hotel habían varias agencias donde vendían billetes de bus para diferentes sitios. Nosotros cogimos el billete a Semarang a las 15:00 horas. También había otro a las 17:00 horas pero no queríamos llegar tan tarde.

La parada de guaguas (realmente son minivans) quedaba a 15 minutos de nuestro alojamiento. Tuvimos que andar cargados con las mochilas (porque en un becka no entrábamos con ellas) hasta la parada que estaba situada frente al Palacio del sultán. La empresa con la que fuimos se llamaba Day Trans. Los asientos eran cómodos y nos dieron una caja con comida y agua para las 3 horas de trayecto. El conductor parecía que estaba en una competición de minivan, a todas las que veía adelantaba. Estábamos rodando la película de a todo gas en versión indonesio. El chófer se vino tan arriba que se creyó Vin Diésel pero con algo más de color y de pelo. El resto de minivans no nos veían ni el humillo.

Cuando llegamos a Semarang cogimos un taxi hasta nuestro alojamiento.. En esta ciudad no entienden ni papa el inglés. Hay que usar el idioma universal de las señas. 

Como al día siguiente teníamos que volar temprano, escogimos el hotel Innupin Basecamp que estaba a 5 minutos del aeropuerto. El hotel era de edificación nueva con habitaciones, con una decoración muy moderna y con mucho gusto. Lo habían abierto recientemente y no tenía comentarios en la página, con lo que nos arriesgamos. Los problemas con los que nos encontramos fueron; que la habitación olía a una mezcla entre pintura y cemento, el personal no sabía ni papa de ingles y teníamos que estar todo el rato con el traductor, que estaba en una zona alejada para poder cenar o comprar cualquier cosa y se escuchaba de todo; alarmas de otras habitaciones, voces, un niño pequeño jugando desde las 6:00 am, las pisadas en la escalera metálica que tenía en el interior, vamos! Que escuchábamos al de la habitación de al lado ir al baño. Una pena porque la cercanía al aeropuerto, el diseño y su nueva edificación prometía. Quizás ahora que ha pasado el tiempo esté mejor. Puedes consultar nuestros alojamientos de Indonesia aquí

Al día siguiente cogimos un taxi desde el hotel y nos llevó hasta el aeropuerto donde cogimos nuestro vuelo a las 10:00 am a Pangkalanbun, en Borneo.

 

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