Indonesia día 2: Prambanan y los templos cercanos

Indonesia día 2: Visita a Prambanan y los templos cercanos.  Candi Plaosan, Candi Sambisari, Candi Sari y Ratu Boko

11 de septiembre 2017

Como nos habíamos quedado muy contentos con el servicio del chófer del día anterior, acordamos con el recepcionista de nuestro hotel que nos gestionara de nuevo un conductor para este día y para el siguiente. Pagamos 600.000 rupias por visitar Prambanan y los templos cercanos durante medio día.

El conductor nos vino a recoger a las 05:30 de la mañana, era temprano pero estábamos tan emocionados que nos daba igual la hora. Con los ojos hinchados nos subimos al coche corriendo para llegar lo antes posible a Prambanan.

Como no nos daba tiempo de desayunar, llené la mochila de provisiones (como si fuera a la guerra) para aguantar todo el día hasta regresar a Yogyakarta.

Si lo tuyo no es ir con chófer, puedes llegar a Prambanan por tu cuenta cogiendo la guagua 1A desde el centro de la ciudad.

Excursiones a Prambanan aquí

Cuando llegamos a la taquilla coincidimos con Christian y Davinia, los chicos de Brujaaroundtheworld con los que habíamos quedado el día anterior para cenar. Solo estábamos nosotros, no había llegado ningún turista ni ningún local. ¡Estábamos de suerte! Tras pagar 300.000 rupias (20€ aprox) entrada normal + 145.000 (10€ aprox) con carnet de estudiante, accedimos al recinto.

Desde lo lejos ya se podía apreciar la majestuosidad de los templos. Por un momento y debido a la similitud entre ellos, recordé mi viaje a los templos de Angkor en Camboya.

Tras caminar por el paseo donde se encuentra las letras blancas de Prambanan, llegamos a la entrada principal del templo. Estábamos completamente alucinados, eran tal y como los imaginábamos.

Prabanam es un conjunto de mas de 200 templos hindúes dedicados a la Trimurti (Brahma, Visnú y Shivá) y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1991. Es el templo hindú más grande de Indonesia y uno de los más grandes del Sudeste asiático. Por la cercanía a Yogyakarta (18km) lo hace una visita obligada.

El templo principal estuvo en ruinas durante muchísimo tiempo hasta que lo reconstruyeron en el año 1937. Son templos construidos en el siglo XI.

A medida que íbamos entrando en el recinto, más nos iban gustando. 

De los templos principales, el más importante es Candi Shiva Mahadeva, dedicado al mismísimo dios Shiva. Es el más grande de todos (47m de altura) y para nosotros el más bonito. A la derecha está Candi Vishnu y a la izquierda Candi Brahma, más pequeños que el primero. 

Cada templo está dedicado a cada una de las facetas del dios hinduista. Brahma el creador, Visnú el preservador y Shiva el destructor.

Nos sorprendió gratamente el mantenimiento del recinto. Estaba todo muy limpio y bien cuidado. En ningún momento nos topamos con la suciedad típica de Indonesia, parecía que estábamos en otro país.

Seguimos recorriendo la inmensidad de los templos, parándonos en cada uno de ellos para ver sus figuras talladas, sus puertas, sus paredes y las figuras de los dioses en su interior.

Para ver todos los templos de la zona necesitarás varias horas.

Vimos el complejo más importante y cuando nos dirigíamos a la salida, visitamos Candi Sewu, Candi Bubrah y Candi Lumbung. 

La salida estaba por uno de los lados y no por la entrada principal (por la que se accede al principio). 

Camino a visitar los otros templos del complejo, nos encontramos con este árbol y su plataforma. Nada más verla le dije a Dani “me quiero subir” y hasta que no me subí, no paré. ¿Quieres saber lo que se ve desde arriba?

Lo mejor fueron las vistas a Prambanan que teníamos desde allí arriba. Nos quedamos un ratito disfrutando del paisaje y de la tranquilidad que se respiraba. Durante toda la visita estuvimos prácticamente solos, no habían ruidos que interfirieran en la paz que estábamos sintiendo.

Nos dirigimos a la salida y tras pasar por un mercadillo más grande que un centro comercial, encontramos a nuestro conductor. Pagamos las 10.000 rupias de parking y pusimos rumbo a los templos cercanos como habíamos acordado.

Tras recorrer unos 3km con el coche,  llegamos a los templos de Plaosan. Estos templos nos sorprendieron bastante y eso que después de ver Prambanan pocas esperanzas teníamos.  

Plaosan se divide en dos partes; Plaosan Dor (el norte) y Plaosan Kidul (el sur). Plaosan Kidul se encontraba en plenos trabajos de restauración y estaba lleno de andamios, con lo que ni siquiera paramos a verlo.

Nuestro conductor nos llevó hasta Plaosan Dor, donde pagamos 6.000 rupias los dos por la entrada. En este complejo nos  encontramos con dos templos gemelos del siglo IX. 

Estos templos son una mezcla entre el Hinduismo y el Budismo. 

Estábamos completamente solos, disfrutando del lugar y de la tranquilidad que se respiraba. Habían partes del complejo que no estaban restauradas y ese estado de abandono le daba su toque mágico.

Cuando nos cansamos nos fuimos a dar de nuevo con nuestro conductor, para seguir conociendo los templos de alrededor de Prambanan.

Nos subimos en el coche y tras pagar 5.000 rupias del parking, nos pusimos en marcha al siguiente templo, Candi Sambisari. La entrada nos costó 20.000 rupias los dos y el parking 5.000 rupias. Puedes consultar nuestro presupuesto en Indonesia aquí

Este templo fue descubierto en los años sesenta por un campesino durante su jornada laboral. El templo se encontraba sepultado por las cenizas del vocal Merapi y durante muchos años, los arqueólogos trabajaron duro para darlo a conocer. Lo que más nos impresionó es el perfecto estado en el que se encontraba y seguro que el volcán Merapi tuvo mucho que ver en ello.

Tras admirar su belleza desde las alturas decidimos inspeccionar la zona. El templo se encuentra en un foso a 6 metros bajo los jardines que tiene a su alrededor. Este templo está dedicado al dios Shiva y su interior alberga varios lingams (falos) con los que se pedía fertilidad y prosperidad. Allí nos encontramos durante unos minutos con una familia que venía a visitar el templo, el resto del tiempo estuvimos solos. No es un gran templo, pero dado el estado de conservación merece una corta visita.

Cuando acabamos nuestra visita a Candi Sambisari pusimos rumbo Candi Sari. Este templo era prácticamente igual a los de Plaosan,  la única diferencia que no estaba rodeado por un templo gemelo, sino de cocoteros. Lo vimos desde el coche y seguimos a nuestra última parada del día, el Kraton Ratu Boko o Palacio Ratu Boko.

Lo que más nos llamo la atención de este palacio fue la zona donde se encontraba. Estaba situado en una meseta rodeado de naturaleza, donde se podía percibir el olor de los árboles y del césped recién cortado. El único inconveniente que vimos en esta visita fue el precio de la entrada. Pagamos 325.000 rupias por una entrada normal y 195.000 rupias con el carnet de estudiante . El palacio abría desde las 6:00h hasta 17:00h. Muchos dicen que la mejor hora para venir a ver el palacio es al atardecer y por las fotos que hemos visto lo es, aunque Indonesia está lleno de atardeceres maravillosos. Nosotros decidimos hacerlo temprano para llegar a Yogyakarta al mediodía y poder descansar.

Hay una entrada conjunta para Prambanan y Ratu Boko pero nosotros no lo sabíamos. Aunque con el descuento de estudiante se quedaba a buen precio.

El recinto es enorme y muy bien atendido, lo único que la zona del palacio se encuentra en ruinas. Nos llevamos un poco de chasco tras haber pagado la entrada y ver el estado en el que se encontraba el palacio, así que, si no vienes para ver el atardecer ahórrate el viaje y el dinero. 

Existen unas guaguas (buses) gratuitas que salen de Prambanan al palacio cada 20-30 min. El palacio se encuentra a 1km de Prambanan, con lo que si tienes ganas y ánimos, también puedes hacerlo caminando.

Después de visitar Prambanan y  templos de alrededor, regresamos al hotel sobre las 14:00 horas. Estábamos tan agotados con la falta de sueño, que decidimos descansar unas horas ¿a veces viene bien el relax no?

Sobre las 22:00h decidimos salir a cenar y fuimos al restaurante Yam Yam. La comida estaba riquísima y no sería la última  vez que fuimos a llenar nuestras barrigas allí. Como después de la cena teníamos hueco para el postre (siempre hay hueco para el postre), ¿dónde mejor que comerse un helado que en el Tempo Gelato?.

La heladería estaba justo al lado del restaurante Yam Yam y los helados estaban riquísimos. Casi me como la heladería completa.

Después de comernos nuestros helados de manera relaja y saboreando hasta el último trozo del cucurucho, quisimos ver el movimiento nocturno de la famosa calle Malioboro, así que cogimos un becka y para allí que fuimos.

En unos minutos estábamos en la calle moviéndonos al son de tambores y bailes locales. La noche estaba muy animada, solo me faltó ponerme a bailar con el grupito de “gogos” que encontramos en la calle. La zona está genial para dar un paseo nocturno.

 

Se nos hicieron las 24:00h y teníamos que levantarnos de nuevo a las 3:00h para ir a ver el amanecer en Borobudur. Nos fuimos a dormir nerviosos por lo que nos esperaba al día siguiente. Habíamos visto tantas fotografías y tantos comentarios positivos sobre el amanecer desde allí, que estamos intrigados sobre lo sentiríamos al ver el templo. Te contamos nuestra experiencia del amanecer en Borobudur en el siguiente post.

Puedes consultar nuestro post sobre qué ver y qué hacer en Indonesia: Ruta y Datos prácticos aquí

Hasta aquí nuestro post sobre “Prambanan y los templos cercanos” Si no quieres perderte ninguna novedad suscríbete a nuestro blog. Si te ha gustado este post puedes compartirlo en tus redes sociales para que les sirva de guía a los demás viajeros. Hasta el siguiente post exploradores del mundo!

 

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