Indonesia día 8: Volcán Ijen y llegada a Ubud, Bali
17 de septiembre del 2017
Después de haber hecho el volcán Bromo por libre durante el día y coger el tren de 5 horas hasta Banyuwangi, nos tocaba hacer el volcán Ijen por libre o con excursión. Como contamos en el post del día anterior, llegamos muy tarde para poder hacerlo por nuestra cuenta, así que muy a nuestro pesar decidimos hacerlo con excursión.
Eran las 24:00h y ya estaba la furgoneta en la puerta esperando por nosotros. Sólo habíamos dormido dos horas y estábamos agotados de tanta paliza. Con los ojos hinchados y con caras de hundidos nos subimos en la furgo donde nos esperaba alrededor de 1 hora de trayecto. Éramos un grupo de 6 turistas, el guía y el conductor. Durante el trayecto empezó a llover a mares y hacía un frío que pelaba, no habíamos pasado tanto frío en lo que llevábamos de viaje. Como no veíamos nada a través del cristal con tanta lluvia decidimos echar una cabezadita por el camino. Que excusa tan buena ¿verdad?
Llegamos a la zona de aparcamiento del Ijen y nos tomamos un té caliente en uno de los puestos del aparcamiento. También se puede comprar bebida (aconsejable agua para el camino) y comida. Hacía más frío que cuando salimos del hostel y estábamos congelados. (Pagamos por la excursión
Apareció otro furgón con 6 turistas y se pusieron con nosotros. Nuestro guía era un chico joven de unos 20 años, acostumbrado a subir todos los días el Ijen (como quien se va de tiendas). Tenía más fondo físico que cualquier maratoniano y le pusimos un apodo que te contamos más adelante.
Habíamos escogido el Kawah Ijen por su maravilloso lago de azufre de color turquesa y las famosas blue fire. ¿Cómo estando en Indonesia no íbamos a visitar esta increíble obra de la naturaleza?
El Ijen (2368m) se localiza junto al Merapi (2800m) y el Ranung (332m) en la meseta de Ijen. Son pocos los turistas que vienen a visitarlo aunque cada vez se anima más gente. La zona es bastante rocosa y llena de desfiladeros.
Después de varias directrices de nuestro joven guía iniciamos el ascenso al volcán. Por delante nos esperaba más de una hora de subida con un frió matador.
Iluminados por las linternas de los demás grupos y por el brillo de la luna iniciamos los primeros metros de la subida. Hasta aquí todo fue bien, el problema vino más tarde. Nuestro guía estaba acostumbrado a subir todos los días los 2000 metros como quien cruza la carretera. Los primeros kilómetros íbamos a su lado pero cuando llevábamos 20 minutos estaba hundida. Llevaba tiempo sin entrenar (2 años) y mi cuerpo había pasado de ser deportista de alto rendimiento a deportista de sillón. Por los trabajos de aquel entonces no podía dedicar el tiempo que siempre le había dedicado al deporte y lo estaba notando. Le pusimos el apodo de Neymar a nuestro guía porque a parte de ser morenito con él corría como una gacela. Llevaba a tal ritmo al grupo que a mi me tenía con la lengua por fuera. Llevábamos 30 minutos y la subida solo acababa de empezar. Había demasiado polvillo en el camino y cada vez se nos hacía más difícil respirar. Me tuve que parar varias veces, incluso le dije a Dani que siguiera con el grupo porque necesitaba coger algo de aire, vaya ritmo llevaba el colega. Esa hora en subida por la ladera del Ijen fue la peor de mi vida. ¿Qué hacía ahí en vez de estar yendo a la playa?
Después de un buen rato llegue a la cima! No me lo podía creer, el grupo me miraba como … eres lenta chica. Ellos eran los putos amos yendo a ese nivel. ¿Pero cómo fueron capaces de seguirle el ritmo a Neymar? Dani entre ellos, aunque reconoce que el ascenso fue duro. Él me miraba y me decía “que flojita estás” ¿pero que necesidad tenía de sufrir de esa manera? Durante el sufrimiento conocimos a una parejita española, Marta y Jorge, unos chicos encantadores que nos alegraron esa horrorosa subida. Pasamos todo el trayecto juntos y fue lo mejor que hicimos.
Pasados unos minutos y con más oxígeno en la sangre vi las cosas de otra manera. La subida había sido difícil pero ahora venía lo mejor.
Seguimos con la luz de nuestras linternas y el guía nos indicó que podíamos bajar hasta el cráter para ver el Blue Fire. Estábamos de suerte porque hay veces que la visibilidad no es buena y meterte el esfuerzo para no ver nada es una faena.
Comenzamos a bajar hacia los depósitos de azufre y al humeante lago por un sendero bastante inclinado y pedregoso. El volcán Ijen produce una gran cantidad de azufre y los mineros trabajan duro recogiéndolo. A medida que íbamos bajando íbamos viendo como los mineros subían cargados con azufre en las cestas. Algunos llevaban pañuelos de tela en la cara para “protegerse” de este elemento químico y otros no llevaban nada. ¿Cómo podían respirar? Se les podía escuchar a lo lejos diciendo miner, miner, para que la gente se apartara de su camino. Muchos turistas no se movían ni un cm y estos pobres hombres tenían que hacer malabares para poder pasar con esa pesada carga.
Cuando llegamos casi al final del trayecto, nos tuvimos que poner las mascarillas que nos habían dado antes de iniciar el trekking porque era imposible respirar. Entre el intenso humo y la cantidad de gente nerviosa en la zona, el Blue Fire se dejó ver.
¿Qué es el Blue Fire? El fuego azul es un fenómeno casi único en el mundo y se debe al calentamiento del gas sulfúrico a unos 600 grados Celsius al salir del las grietas del cráter. Se dice que esta llama azul es la más grande del mundo. Fue increíble ver como la naturaleza hace obras maestras como esta.
Estuvimos frente al Blue Fire tan solo unos minutos porque el viento cambió y el pánico se apoderó de todos los que estaban allí. Nosotros estábamos bastante tranquilos, con los ojos cerrados (era imposible abrirlos) e intentado respirar con normalidad, pero poco a poco íbamos notando el sabor a azufre en nuestras gargantas. La gente salió corriendo y nosotros fuimos poco a poco subiendo de nuevo. No se como los mineros pueden aguantar esos humos tan fuertes con un simple pañuelo, está claro que están hechos de otra pasta.
Al tener las prendas mojadas por el sudor el frío se hizo cada vez más intenso. Como todavía nos quedaban unos minutos para ver el amanecer, intentamos buscar un sitio resguardado, pero la verdad es que poco encontramos. Lo estaba pasando fatal, ¡que frío! Estaba tan agotada de los dos volcanes y estaba pasando tanto frío que solo le decía a Dani “me quiero ir de aquí”. Menos mal que había llevado el pareo y de estar muriéndonos hiper congelados pasamos a estar muriéndonos un poco congelados.
Habíamos pasado totalmente de Neymar que andaba por vete tú a saber donde y Marta y Jorge se habían ido a investigar por la zona por lo que buscamos un buen sitio para ver el amanecer.
A los minutos comienza el espectáculo y poco a poco el color azul del lago fue cogiendo el tono turquesa que lo caracteriza, los rayos de sol fueron calentando el entorno (y a nosotros, menos mal) y el lugar fue cobrando otro aspecto más espectacular.
El lago azul turquesa se encuentra a 2148m del nivel del mar y está rodeado por las enormes paredes del volcán.
Después de estar un rato viendo el amanecer fuimos a dar con Neymar para empezar el descenso del volcán. Otra vez lo perdimos de vista nada más empezar, pero fuimos con el lema de “que me esperen si quieren“. No habíamos ido hasta allí para hacer ningún trail ni ninguna competición, fuimos para disfrutar, así que fuimos bajando poco a poco mientras los cuatro (Jorge y Marta) íbamos hablando.
¡Menos mal que era bajada! Lo llevábamos bastante bien hasta que después de una hora el dolor de rodillas era insoportable. El camino no ayudaba mucho que como dije al principio era de arenilla y al ser un camino bastante inclinado te resbalabas con mucha facilidad. Era imposible dar un paso sin caerte, en serio. Menos mal que teníamos nuestro seguro de viajes ( puedes conseguir 5% de descuento en tú seguro con este enlace) y que si nos pasaba cualquier cosa, que habían bastante probabilidades, podríamos ser entendidos.
¿Cómo es el trabajo de un minero en el volcán Ijen?
Se levantan a las 3:00h para iniciar su jornada laboral. Suben andando hasta el cráter (ya han visto como viví yo el ascenso) y extraen el azufre del volcán con la mano. La única protección que tienen frente a este elemento químico son pañuelos con los que tapan su cara. La jornada laboral es de 6 horas cargando (subiendo y bajando el cráter) más de 80 kilos de azufre a la espalda.
Nos tropezamos con más de uno en nuestra bajada y nos apartamos corriendo para que el minero hiciera el menor esfuerzo físico posible, pero había gente que no se apartaba. Pobres!, con lo que debería de pesar eso y la gente no movía ni un pié. En fin… El azufre que recogen los mineros vale para la cosmética, la medicina y también se añade a fertilizantes e insecticidas.
¿Cuanto se tarda en hacer el volcán Ijen por libre o con excursión?
Se necesita más de 1 hora para recorrer los tres kilómetros de cuesta que hay hasta el puesto de observación. Desde el puesto de observación se tardan alrededor de 40 minutos (depende de la cantidad de gente y de la meteorología) en llegar al borde del cráter (el punto más alto). Desde allí hasta los depósitos de azufre dentro del cráter se tarda alrededor de 30 – 40 minutos.
¿Se puede hacer el volcán Ijen por libre o es necesario excursión?
Según lo que vivimos allí sí se puede hacer perfectamente por libre. Lo ideal es alquilar una moto e ir por tu cuenta hasta el puesto de la PHKA. Esta era la opción que queríamos coger nosotros pero llegamos demasiado tarde para estar haciendo las gestiones necesarias. También se puede acordar con un conductor que te deje en el punto de inicio, aunque eso suele ser más complicado porque lo que ellos quieren es que les pagues la excursión completa. Una vez llegas al punto de inicio el camino no es difícil de encontrar ni de seguir, como se dice siempre “sigue a la manada”. La mascara de gas la puedes alquilar en los puestos que hay junto a los aparcamientos. El horario del Ijen es de 07:00h a 17:00h.
Llegamos al final de la aventura en el volcán Ijen por libre o con excursión y tras reponer fuerzas en los puestos de comida del inicio del trekking, nos llevaron hasta la cascada de Semalat Datang (Jagir Waterfall). Con lo cansados que estábamos los cuatro no queríamos ir a las cascadas. ¿Por qué teníamos que ir? solo querímos irnos a dormir. Recordarles que hicimos el volcán bromo por la mañana, con lo que nos levantamos a las 3:00 am y a las 24:00 estábamos haciendo de nuevo otro volcán. ¿Entienden ahora las pocas ganas?
La cascada Jagir Waterfall es una cascada normalista que si no vas tampoco te pierdes mucho.
Tuvimos que bajar los miles de escalones y de nuevo subirlos. El cardio que hicimos ese día equivalía a 1 mes de entreno para una maratón jaja.
Después de quedar con los chicos a las 11:00h en la estación de Ferry en el puerto de Ketapang, nos fuimos a duchar que estábamos llenos de arena y a hacer las maletas.
Cogimos un taxi en la zona del hotel (fue algo complicado y tuvimos que pedir ayuda a uno de los vecinos) y allí estábamos a la hora acordada. El Ferry nos salió 12.000 IDR dos personas (0,72€) y tardamos unos 45 minutos en llegar a Gilimanuk, Bali. Teníamos tanta hambre que nos comimos boberías en el barco para aguantar hasta llegar a Bali.
A la salida del muelle los chicos habían acordado previamente con un conductor que los llevara hasta Ubud, así que nos unimos y compartimos gastos pagando 350.000 IDR dos personas (21,21€) . Tardamos 4 horrrorosas horas en llegar hasta Ubud, aunque pensábamos que no íbamos a llegar nunca.
Oferta de hoteles en Ubud aquí
Dejamos a los chicos en su hotel y nosotros seguimos con el conductor hasta la zona del Monkey Forest. Como no teníamos hotel, buscamos alguno económico y encontramos uno (nuestros alojamientos en Indonesia). El precio por las habitaciones estaba bastante bien y el lugar donde estaba no podía ser mejor.
Estábamos tan cansados, que después de dar una vuelta y cenar por la zona nos fuimos a dormir. El día siguiente estaba lleno de aventuras y teníamos que estar descansados para nuestro primer día en Bali.
¿Quieres ver nuestro video del viaje? pincha aquí
¿Quieres conocer nuestro presupuesto del viaje a Indonesia en el 2017? pincha aquí
Recuerda seguirnos en nuestras redes sociales y suscribirte al blog para ser el primero en recibir novedades. ¡Hasta el siguiente post viajeros!
<
p style=”text-align: justify;”>
1 Comment
Jess
29, abril 2018 at 13:29Qué pasada el blue fire!!